Ghosteo y dignidad

En la última década las interacciones humanas han revolucionado radicalmente. El ghosteo es una práctica que ha ganado popularidad y se refiere a la acción de cortar todo tipo de comunicación con una persona sin previo aviso o explicación.

Normalmente, el ghosteo suele ocurrir con relaciones amorosas o amistosas, y se ha convertido en una estrategia común para evitar confrontaciones incómodas o el fin de una relación no deseada.

El término ghosting del inglés, se traduce como “convertirse en un fastasma”. Es una práctica que consiste en desaparecer repentinamente de la vida de otra persona, ignorando mensajes, llamadas o cualquier otro tipo de contacto.

El ghosteo deja a la persona afectada en una situación de incertidumbre, preguntándose qué ha hecho mal o si ha ocurrido algo fuera de su control. Esta falta de cierre puede causar angustia, inseguridad y una profunda sensación de rechazo.

Impacto en la dignidad personal

El ghosteo no solo afecta la salud emocional de la persona “ghosteada”, sino que también tiene implicaciones sobre la dignidad. La dignidad se refiere al respeto inherente que merece una persona por el simple hecho de ser seres humanos y al optar por el ghosteo, se niega al otro la posibilidad de recibir una explicación o un cierre adecuado a la relación, lo que puede ser visto como una falta de respeto a su dignidad.

Quienes son ghosteados pueden sentir que su valor ha sido minimizado o que sus sentimientos no importan. La dignidad personal se erosiona cuando se percibe que no se tiene el derecho a recibir un trato justo y honesto, algo fundamental en cualquier tipo de relación, ya sea amorosa o amistosa.

El ghosteo es, en muchos casos, una forma de evitar la responsabilidad emocional. Las personas que optan por esta estrategia suelen hacerlo para evitar una confrontación o discusión que les resulte incómoda. Sin embargo, al hacerlo, eluden el deber de comunicar abiertamente sus sentimientos y resolver de manera madura los conflictos.

Esta evasión puede ser vista como un acto de cobardía emocional, ya que implica no enfrentar las propias emociones ni tener la empatía suficiente para considerar el bienestar del otro. La falta de responsabilidad emocional no solo afecta a quien es ghosteado, sino que también limita el crecimiento personal de quien lo practica.

Cómo preservar la dignidad ante el ghosteo

Ante el dolor emocional que el ghosteo puede generar, es importante recordad que la dignidad personal no debe depender de la forma en que lo demás nos traten. Aunque ser ghosteado puede resultar humillante o desconcertante, la manera en que respondemos ante esta situación puede ser clave para proteger nuestra autoestima y bienestar emocional.

Algunas recomendaciones que podemos brindarte para sobrellevar el ghosteo es: 1) acepta la situación; aceptar que la relación llego a su fin puede ayudar a recuperar la paz emocional. 2) Valora la propia dignidad, recuerda que el comportamiento ajeno defina tu valor y 3) evita la sobreinterpretación, normalmente el ghosteo es un reflejo de las limitaciones emocionales de la otra persona.

En conclusión, el ghosteo es una práctica que ha ganado relevancia en la sociedad moderna, pero su impacto sobre la dignidad y el respeto en las relaciones no debe ser subestimado. Mantener la dignidad personal ante este tipo de situaciones es un reto, pero recordad que el valor propio no está definido por el comportamiento de los demás es esencial.

¿Te han hecho ghosting? ¿Cómo lograste superarlo? ¿Lo has realizado alguna ocasión? Déjanos saber en y comenta cuales fueron los puntos clave para poder sobrellevar el ghosteo por parte de las parejas o amistades que dejaron una huella.