¿Por qué se acaba el deseo sexual?

La sexualidad es parte importante de nuestras vidas, ella nos da libertad, sensaciones de éxtasis y nos deja descubrirnos tal cual como somos. Sin embargo, en muchas ocasiones, el deseo sexual se va desvaneciendo poco a poco conforme pasa el tiempo.

Pero no te preocupes, es completamente normal que el deseo cambie, ya sea por momentos, épocas o en ciertas situaciones. Así que sí, con eso respondemos la pregunta sobre si el deseo sexual se acaba.

Sin embargo, la falta de apetito sexual se debe a ciertos factores que, aunque no afectan a todas las personas por igual, normalmente se presentan en la mayoría de las personas, como pueden llegar a ser:

Rutina: es fácil y complicado caer en la rutina tanto en la vida diaria como en las relaciones sexuales. Es muy común que todo se vuelva predecible y con ello la emoción y el deseo disminuyan.
Factores biológicos: las hormonas son las encargadas principalmente de esta causa; normalmente en los hombres cuando se presenta una baja en la testosterona se puede reducir el deseo sexual y, por el contrario, en las mujeres, los cambios hormonales que ocurren durante el ciclo menstrual, el uso de anticonceptivos o el estrés pueden afectar la libido.
Cansancio: después de un día con intensas actividades es normal el cansancio físico y mental, y estos pueden hacer que el deseo sexual pase a segundo plano. No es que no se tengan ganas, simplemente se está agotado.
Relaciones complicadas: la falta de comunicación o el distanciamiento pueden afectar el deseo sexual.
Emociones: si estás pasando por una etapa de mucho estrés, ansiedad, tristeza o agobio, es normal que la libido baje.

Como se puede observar, este tipo de problemas son más frecuentes de lo que se cree y en muchas ocasiones, si las cosas no se comunican de la forma más apropiada, pueden llegar a confundirse con sentirse no deseado, amado o querido por tu pareja.

Pero no te preocupes, no todo está perdido. A continuación, te dejamos una lista de acciones que puedes realizar para que ese fuego se reavive y puedan jugar como les gusta:

Mantén el estrés bajo control: práctica yoga, meditación o simplemente sal a caminar o correr. El objetivo es distraer tu mente.
Cuida tu salud física: el ejercicio mejora la circulación sanguínea y te da un extra de energía, lo que puede traducirse en mayor deseo.
Mantén viva la chispa: sal de la rutina. Si siempre haces lo mismo, a la misma hora, de la misma manera, con la misma intensidad, es posible que pierdas el interés con el tiempo. Atrévete a probar cosas nuevas, cambia el escenario, prueba diferentes juegos, juguetes, posiciones, etc.
Mantén la mente abierta: ten una mente abierta hacia tu sexualidad, explora tus propios gustos y fantasías.
Duerme bien: la falta de sueño afecta el nivel de hormonas que influyen en el deseo sexual, como la testosterona. Asegúrate de dormir al menos 7 u 8 horas por la noche.
Busca ayuda profesional: si todo lo anterior no funciona o tu deseo sexual ha bajado bruscamente o no encuentras forma de recuperarlo, acudir a un especialista puede ser la mejor opción.

Mantener el apetito sexual vivo no es cuestión de suerte, sino de cuidar todos los aspectos de tu bienestar: físico, mental y emocional.

Perder el deseo sexual en algún momento es completamente normal y no significa que algo esté mal contigo. El deseo sexual es algo fluido y puede volver en cualquier momento.

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