Chemsex: ¿juego extremo o peligroso?

En la búsqueda de nuevas experiencias, muchas personas experimentan con distintas formas de placer, y una de ellas es el chemsex. Y no, no nos referimos a algo que tenga que ver con el perrito de los stickers, más bien, es la traducción al español de sexdopaje, proveniente del chemical sex.

El chemsex, es el uso de drogas recreativas para potenciar la experiencia sexual. En el chemsex se consumen drogas como metanfetaminas, GHB/GBL, mefedrona o poppers para intensificar el placer sexual, aumentar la resistencia o desinhibirse. Normalmente, se practica en fiestas privadas o encuentros grupales donde los preservativos son escasos y las medidas de cuidado casi nulas.

Aquí es donde se dejan las risas a un lado y hablamos de lo serio. El chemsex conlleva riesgos reales para la salud física y mental.

¿Diversión o alto riesgo?

El chemsex no es un juego, aunque se vea como una forma de liberación o jugar de forma extrema, el precio puede ser muy alto y hay que estar prevenidos ante cualquier situación. Pero, ¿cuáles son esos riesgos que puede traer el chemsex?

Alto riesgo de contraer ITS: las drogas que se consumen durante el chemsex, pueden hacer que se tomen decisiones impulsivas, como no usar condón o compartir agujas. Esto dispara el riesgo de infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH.
Adicción y dependencia: algunas drogas utilizadas pueden generar dependencia rápida, haciendo que las personas no sientan placer si no cuentan con ellas.
Pérdidas de control y situaciones de abuso: bajo el efecto de estas sustancias, las personas pierden la capacidad de consentir, lo que las vuelve vulnerables a experiencias traumáticas o agresiones sexuales.

Como se ve, el chemsex suena interesante, sin embargo, aunque algunos lo utilicen como una forma de escape, puede traer consigo problemas graves.

¿Cómo cuidarte si haces chemsex?

Si alguna vez intentas practicarlo o estás en un ambiente donde se practica, es importante saber qué hacer y cómo actuar.

Recuerda que mezclar drogas puede llegar a ser fatal, y en la medida de lo posible, verifica que sepas qué estás consumiendo.

Pon límites y respétalos, no tienes que hacer algo que no te convence del todo, acuérdate que cuidarte y protegerte es lo primero. Si vas a mantener relaciones sexuales, utiliza condones o barreras de protección.

Y por si acaso, ten un plan de emergencia, practica el chemsex con personas de confianza y asegúrate de que alguien pueda actuar en caso de emergencia.

Es normal querer experimentar, la sexualidad es parte de la vida, pero hacerlo de manera segura es la clave para que realmente disfrutes sin arrepentimientos. El chemsex puede ser un placer extremo, pero también una puerta abierta a riesgos graves.

Utiliza condones Prudence si intentas sumergirte en este mundo tan extremo y también por si no lo quieres hacer. ¡La protección es primero!