Prudence marca no lucrativa
Logo de Condones Prudence
Powered by DKT
[Cargando contenido]
Duchas anales, todo lo que debes saber

Duchas anales, todo lo que debes saber

La salud sexual es un tema que abarca muchas dimensiones, y hablar sobre prácticas de higiene como las duchas anales no solo es válido, sino necesario.

La higiene es muy importante a la hora de cualquier encuentro sexual, esto ayuda sentir más comodidad y confianza. La higiene no debe limitarse únicamente a los genitales o manos, boca y dientes, sabemos que son órganos que utilizamos durante las relaciones sexuales, pero ¿qué pasa cuando el encuentro sexual es de forma anal?

¿Qué son las duchas anales y para qué sirven?

Las duchas anales son dispositivos diseñados para limpiar el recto. Se utilizan principalmente antes de actividades sexuales, aunque también pueden utilizarse por razones médicas o como parte de una rutina de limpieza personal.

En el ámbito sexual, su objetivo es reducir cualquier incomodidad asociada con residuos fecales durante el acto. Aunque no son obligatorias, muchas personas las encuentran útiles para sentirse cómodas y seguras.

Es importante recordar que las duchas anales no son obligatorias para disfrutar del sexo anal, pero si decides hacerlo, hay formas seguras y cómodas de llevarlas a cabo.

¿Cómo hacer una ducha anal?

El proceso de higiene dependerá completamente de con qué te sientas cómodo. Para algunas personas esta bien solo limpiar la zona externa del ano, sin embargo, para una limpieza con mayor profundidad se recomiendan utilizar las duchas anales.

  • Elige el dispositivo adecuado: las duchas anales suelen estar disponibles en farmacias, supermercados y tiendas de productos sexuales. Son pequeños bulbos de gomas y boquilla delgada de plástico.
  • Llena el dispositivo: utiliza agua tibia para evitar daños en la zona. Asegúrate de que el agua este completamente limpia y no contenga jabón u otros productos químicos.
  • Prepara el área: antes de insertarlo, asegúrate de estar completamente relajado y en un lugar cómodo, como el baño. Aplica lubricante en la boquilla para facilitar la inserción.
  • Realiza la limpieza: inserta suavemente la boquilla en el recto, aprieta el bulbo para liberar el agua. Retira la boquilla y deja que el agua salga naturalmente. Puedes repetir el proceso hasta que te sientas limpio, pero no lo hagas en exceso.
  • Limpia el dispositivo: una vez que hayas terminado, limpia la ducha anal con agua y jabón para mantenerla en buen estado.

Solo como recomendación final, no uses con demasiada frecuencia una ducha anal, ya que puede alterar la flora natural del recto y causar irritación.

El principal beneficio de las duchas anales es la sensación de limpieza y seguridad que ofrece antes del sexo anal, sin embargo, recuerda que son imprescindibles para practicarlo. Si decides no usarlas, puedes optar por una higiene externa con agua y jabón.

Las duchas anales son una herramienta útil para quienes desean mayor higiene antes del sexo anal, pero deben usarse de manera responsable. Al final del día, lo que realmente importa es disfrutar de tu sexualidad con confianza, respeto y seguridad.

Y mientras decides si realizarte una pequeña ducha anal para tu siguiente encuentro, te recomendamos seguirnos en nuestras redes sociales oficiales; Instagram, X y Facebook.

 

Fuentes:

 

Sexualidad