Todos hemos escuchado frases como “perdí mi virginidad”, yo pregunto ¿Dónde? ¿Se te cayó? Cuando uno pierde algo es una resta, un valor que se ha ido, es algo que ya no tenemos y en mi experiencia como educador sexual lo digo: NO PERDISTE NADA.
Aquí un poco de contexto; pensemos en el corazón, es un órgano que casi todos podemos imaginar, incluso ubicar anatómicamente aunque no seas doctora, sabemos su función, sabemos incluso que tiene arterias y venas, sabemos como suena, pero ¿Puedes saber todo eso mismo que sabemos sobre el corazón pero ahora sobre “la virginidad”? No.
Por que para empezar ese es un CONCEPTO, no es algo físico, partiendo como concepto ha cambiado mucho al paso del tiempo ¿Verdad?
Déjame contarte que hace muchos, pero muchos años se adoraba a una diosa llamada Hestía, diosa del hogar, al mismo tiempo en la cultura griega se destinaban las actividades del hogar a las mujeres exclusivamente, de hecho solo se les permitía aprender matemáticas y música en la escuela para que sirvieran en la administración de su hogar y al servicio de su esposo e hijos.
Vaya, la propia Hestía (diosa del hogar) tenía una muy mala relación con la diosa de la sexualidad, claro hablo de Afrodita (perdona si me emociono con la mitología pero sabes que me encanta), en fin , ¿Qué tiene que ver todo esto que te cuento con la virginidad?
Pues resulta que los romanos eran muy copiones y decidieron hacer una copia de la diosa Hestia, la llamaron Vesta.
Vesta era la diosa romana del hogar, de la llama protectora que cuidaba a la ciudad, literalmente una copia de la versión original en Grecia, Hestia.
Te cuento que las encargadas de cuidar la llama divina de Vesta eran las vírgenes de Vesta también llamadas vírgenes vestales, eran chicas elegidas desde edades muy jóvenes, entre los seis y los diez años por el sumo sacerdote y tenían que servir durante 30 años (permaneciendo “vírgenes”, claro está, durante todo este tiempo), si rompían este “voto” eran enterradas vivas, se les colocaba metal fundido en la garganta para quemarlas desde adentro y se les apaleaba públicamente ¿Ves por dónde voy? La sexualidad y placer de las mujeres siempre se limitó al servicio de otros, hombres y dioses.
Una mujer no podía sentir placer solo así, siempre debía ser o para embarazarse o para servir a las necesidades de su esposo y si no había esposo bueno, siempre queda la posibilidad de servir a Vesta. ¿No?
Mucho tiempo después llega el cristianismo, el catolicismo y muchas otras religiones, entonces se retoma y se refuerza el concepto de “virginidad” como sinónimo de pureza, bondad, virtud, la mujer que no fuera “virgen” estaba sucia, manchada y perdía valor, de ahí que digamos “perdí la virginidad”.
Porque realmente era una deshonra y en muchos casos se apedreaba a toda aquella mujer que se le acusara de la más mínima libertad sexual.
Encima figuras tan relevantes como la propia VIRGEN MARÍA son uno de los casos más conocidos en donde la “virginidad” pesa más que la propia persona, incluso se le conoce solo como LA VIRGEN, la despojamos por lo menos lingüísticamente hasta de su nombre porque con decir “la virgencita” todos entendemos de quien hablamos, ¿Qué hay de ella? ¿Y sus intereses? ¿Y sus ideas? ¿Solo era de ella la voluntad de dios? Que novedad, ¿No les suena conocido?
Para mucha gente es impensable y blasfemo pensar que María concibió a Jesús como cualquier otra persona, como si fuera antinatural, indeseable o sucio.
Y no me hagan empezar con la quema de brujas que claro que incluía mujeres que no limitaban su sexualidad en términos que la sociedad dictara.
Encima seamos honestos, si pensamos en “perdí la virginidad” establecemos siempre e invariablemente que hubo acto penetrativo, pero ¿Y todas las otras formas de conectar? ¿Esas no cuentan? Pues para las ITS si, si importan, no se a ti pero esto empieza a ponerse FALOCENTRISTA.
Como ves, este resumen te explica no solo que no existe anatómicamente, no tiene una función o fisiología si no que perpetúa un concepto rancio e innecesario, mejor digamos “tuve contacto” y establecer los detalles de ese contacto serpa tu decisión ya sea por una revisión médica o porque se lo quieras contar a tus amigas a la hora del chismesito, finalmente no puedo evitar decir ¿Y SI NO PERDIMOS LA VIRGINIDAD Y MÁS BIEN GANAMOS UNA EXPERIENCIA?
Fuentes;
Mark, J. J. (2009, septiembre 02). Virgen vestal [Vestal Virgin]. (R. Baranda, Traductor). World History Encyclopedia.
Mehrolhassani MH, Yazdi-Feyzabadi V, Mirzaei S, Zolala F, Haghdoost AA, Oroomiei N. The concept of virginity from the perspective of Iranian adolescents: a qualitative study. BMC Public Health. 2020 May 19;20(1):717. doi: 10.1186/s12889-020-08873-5. PMID: 32429891; PMCID: PMC7236214.
Kelly M. Virginity loss narratives in “teen drama” television programs. J Sex Res. 2010 Sep;47(5):479-89. doi: 10.1080/00224490903132044. PMID: 19662564.