Alergia al látex es un tema delicado, pues no sólo hablamos de condones, sino que mucho del instrumental médico tiene este material, como las sondas o los guantes que se utilizan en una operación. Por fortuna es muy pequeño el porcentaje de personas que tiene este tipo de alergia.
Para saber si eres una persona alérgica puedes frotar un condón o un guante de látex con la piel de tu brazo o pierna y ver si después de unos minutos presentas una reacción alérgica como: irritación, comezón, ardor, picor, enrojecimiento, erupciones, ojos llorosos, estornudos; e incluso dermatitis, urticaria, angioedemas, rinitis, asma o anafilaxia.
Si es así, quita el contacto con el látex y ve al médico más cercano, para que te proporcione el mejor tratamiento. Cuando ya estés estable tal vez te canalice con una alergóloga, para mantener la alergia controlada y que te brinde otras opciones, como no utilizar condones de látex, sino de poliuretano.
“Pero durante años he usado condones de látex y no me pasaba nada, ¿por qué ahora soy alérgico?” Al igual que con otras alergias, como a las fresas o los gatos, puede que un día no seas alérgico y al siguiente día sí; puede que tengas la predisposición genética o que tu sistema inmunológico confunda ese agente con algo malo o nocivo y lo trate de atacar. Hasta la fecha los alergólogos desconocen la causa exacta, creen que es multifactorial.; sin embargo es más probable que puedas llegar a tener esta alergia, si ya eres alérgico a otras cosas.
Por último, cuando tienes irritación o sientes incomodidad luego de tener relaciones sexuales, es importante saber si la penetración fue tosca y con prisas, lo que pudo provocar que la vagina no lubricara ni se dilatara adecuadamente y se generara más fricción e irritación, lo cual se puede llegar a confundir con alergia. De igual forma si los síntomas de ardor, comezón, enrojecimiento, irritación se producen varios días después, puede que no sea una alergia, sino una Infección de Transmisión Sexual. Por eso lo mejor es ir con tu médico y que te examine.
