Te voy a invitar a imaginar una situación: llegas a casa después de un día arduo, por no llamarle fatal, donde la cabeza está por estallar, el hambre y el estrés se apoderaron de ti. Llegaste a casa, pero aún hay mucha tarea pendiente y te dejaron quehacer en casa, hasta olvidaste recoger tu ropa del suelo. Además de quitarte los zapatos, el brassier, tomar un té, un vaso de agua o lo que sea refrescante para ti, te pones cómoda.
Hacer todo lo necesario para sentirte bien es un gran regalo que te puedes dar día con día, pero ¿por qué no darte uno más placentero? una manita erótica para bajar la tensión sería de gran ayuda; no sólo ayuda a des estresarte, incluso ayuda a que puedas conciliar el sueño. Esto pasa debido a que, cuando te masturbas, liberas tensión muscular, el cuerpo se relaja y se recupera para el siguiente día o simplemente te ayuda a dejar de pensar en lo que te agobia.
Se suele pensar que la masturbación o autoerotismo es malo e incluso hay mujeres que no se han tocado nunca por miedo, pena o vergüenza; pero estés en pareja o no, tú puedes conocer tu cuerpo, sus sensaciones y la forma en la que te gusta ser estimulada por medio de la autoexploración y hacer que tu cuerpo vibre a tu ritmo, a tu gusto.
Para masturbarte, aquí te damos unos tips para saber cómo lo puedes hacer:
- Ten una mente abierta. Tú misma es quien se va a tocar. Algunas chicas tienen pena de tocarse a sí mismas, porque ni siquiera sabían que se podían hacerlo o nunca lo tuvieron en mente. Pero ¡Ey! Puedes hacerlo y ¡no te pasará nada!
- Déjate llevar. Si son tus primeras experiencias exploratorias contigo misma, tendrás sensaciones nuevas, ricas, pero nueva; que por el desconocimiento de saber qué es lo que vendrá puede haber incertidumbre, pero la recompensa puede ser mucho mayor. Sólo busca un espacio privado en donde te sientas cómoda.
- Conocer las partes de tu cuerpo, especialmente haz la diferencia entre tu vagina y tu vulva. Explorar tu vulva te llevará a otro nivel de placer.
- Si ya decidiste hacerlo, explora, todo tu cuerpo de la cabeza a los pies. Toca, suavemente, después ve cambiando la intensidad, toca tus pechos y todo en ti. Tus genitales no son la única parte sensible de tu cuerpo, no te pongas límites.
- Adquiere algún lubricante en la farmacia. Son económicos y ayudan a sentirte más cómoda y con mayor estimulación. En ocasiones la zona genital no está lubricada y la estimulación puede tornarse incómoda, sólo debes poner un poquito de lubricante en tus dedos y de ahí a tus genitales.
- Una vez que tengas lubricante en tus dedos pásalo por tu zona genital, es decir, la vulva, el clítoris, la entrada vaginal. Tú solita sabrás dónde te encanta y qué sientes en cada punto. Tal como lo hagas es perfecto, porque es tu cuerpo y tú sabes dónde sí y dónde no, incluso en intensidad de velocidad y presión.
- Y si ya tienes experiencia en ello, puedes comenzar a probar algunos juguetes sexuales o dildos, que pueden ayudarte a estimular diversas zonas de tu parte genital. No te limites a conseguir algo muy sofisticado ¿ya probaste estimularte con un globo inflado o un condón lleno de agua? ¡Uf! Son sensaciones mágicas.