La penetración no debería doler durante las relaciones sexuales. Es un mito que en tu primera vez siempre te va a doler y que, incluso, si no sangras es porque ya no tienes himen y ya habías tenido relaciones sexuales con anterioridad. Es terrible pensar que, para que alguien disfrute, tiene que pasar por el dolor en sus relaciones sexuales.
Algunas chicas piensan que es su deber aguantar el dolor en sus relaciones sexuales porque sólo así pueden complacer a su pareja y sienten que su deber como mujeres, novias, esposas y amantes está en poner su sacrificio y dolor a disposición del placer de su pareja.
El dolor en la penetración es tan común que se ha pensado por mucho tiempo de manera errónea que es parte de la relación sexual. Nada más falso que eso. Algunas chicas incluso aprenden a convertir ese malestar en un placer más de la relación sexual, aprenden a disfrutarlo y piensan que si no les duele es porque algo anda mal con ellas.
La penetración no duele. Este dolor puede tener origen en varias cosas:
1) tienes un himen muy duro que debe ser revisado por tu ginecólogo para ver qué puedes hacer para eliminar el malestar,
2) estabas estresada y eso no permite que las paredes de tu vagina puedan lubricar de manera adecuada antes de la penetración,
3) hubo penetración antes de que estuvieras lista para ella,
4) no habías alcanzado un grado óptimo de excitación para permitir una penetración sin dolor,
5) el estrés/miedo/angustia no te permite recibir al pene, dedo u objeto de manera amable y, al forzar la penetración, te lastima o duele o
6) tus niveles hormonales están desajustados por alguna situación que sólo tu médico puede identificar.
Puedes hacer un par de cosas para que el dolor deje de suceder cada que quieres tener una relación sexual:
- 1) Acude con tu médico para saber si tus labios vaginales e introito vaginal te permiten tener una penetración adecuada.
- 2) Consigue un lubricante a base de agua y utilízalo cada vez que tengas relaciones sexuales con penetración.
- 3) Visita a tu médico y pregunta si algún medicamento que tomas, alguna enfermedad o la edad que tienes pueden provocar resequedad vaginal.
- 4) Consulta a un terapeuta sexual para disminuir el estrés, miedo o ansiedad de tus relaciones sexuales para que puedas excitarte con mayor facilidad o puedas ubicar cuánto tiempo o estimulación necesitas para lograrlo.
- 5) Pide a tu pareja hablar sobre el tema. Puedes utilizar las siguientes frases para iniciar la conversación: Me duele cada vez que tenemos relaciones sexuales, me gustaría consultar a un médico porque tengo malestar en mis genitales cada vez que tenemos relaciones sexuales, me siento triste porque cada vez que tenemos relaciones termino con dolor.
No esperes a volver ese dolor parte de tu vida. El amor no debe doler, menos cuando hay penetración.