Temo romper tu primera ilusión: tener pareja no te asegura tener sexo tan seguido como lo esperas. Así que, una vez abriendo espacio a reflexión, hablemos sobre las características del sexo estable (con una sola persona y por algún tiempo determinado) y el sexo casual (tener sexo con personas que acabas de conocer y quizá jamás volverás a ver).
Dependerá de cada persona, de su estilo de vida o si esté o no en busca de una relación, pero debes saber que no necesariamente debes tener una pareja estable o sentir culpa por querer, desear o experimentar sexo casual con alguien conocido o incluso desconocido. Lo importante es tener claros los límites de la relación que has establecido y ser congruentes con lo que das y pides en relación a la lealtad.
El hecho de no tener una pareja o estar en una relación actualmente puede ser una buena oportunidad para conocerte, realizar actividades que te gustan, salir y disfrutar con tu grupo o incluso integrarte a uno nuevo, crecer de forma profesional; es decir, buscar tu independencia es saludable y no quiere decir que formes parte del grupo de los “solos/as” como te lo han hecho creer.
Algunas de las consideraciones que puedes tomar en cuenta para tener sexo casual son:
- Cuidar tu salud: el uso del condón es fundamental, pues independientemente de que no conoces a la persona, tampoco conoces su estado de salud, por lo que llevar preservativos e incluso lubricante puede hacerte disfrutar del momento con responsabilidad.
- Elegir a alguien que te parezca con gran atractivo para ti puede ser un gran estimulante e incrementar el deseo. No tengas sexo con alguien sólo porque ya lo acordaste, en cualquier momento puedes decir que ya no deseas continuar, eso no te hace una persona desleal o indecisa, te hace una persona que respeta su sensación de bienestar.
- Olvídate de las críticas sociales: si has decidido realizar esta práctica debe ser algo que solo compete a las personas involucradas.
- Cuida tu persona: es vital que tomes en cuenta cierto tipo de precauciones respecto a si la persona (en especial si la acabas de conocer) resulta confiable, al lugar al que irán, que en cualquier momento puedas detener la situación y ponerte a salvo.
Por otro lado, tener relaciones sexuales con una persona con la que ya has salido anteriormente o que ya conoces incluso de años, puede hacer que te sientas con mayor confianza, puesto que ya conoces qué le gusta, cuáles son sus posiciones favoritas o incluso experimentar juegos de roles o involucrar juguetes o a terceras personas; es decir, existe un vínculo que fomenta la comunicación e incluso el deseo o bienestar de estar con alguien.
Cualquier opción que elijas está bien, sólo recuerda respetar a las personas, comunicarles desde un principio qué es lo que se busca o a dónde se pretende llegar con esa relación. No olvidemos que todas las personas tenemos sentimientos y por ende es importante tener responsabilidad afectiva.
Ahora que hemos puesto el tema sobre la mesa ¿Cuál prefieres tú? ¿Te gustaría probar? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios de este blog.
Referencias:
García H., Soriano E. (2016). Amigos con beneficios: salud sexual y estilos de apego de hombres y mujeres. Recuperado de: http://www.scielo.br/pdf/sausoc/v25n4/1984-0470-sausoc-25-04-01136.pdf
González M., Molina T. (2019). Inicio sexual en contextos de sexo casual y su asociación a comportamientos. Revista Chilena de Obstetricia y ginecología. 84 (1): 7-17. Recuperado de: https://scielo.conicyt.cl/pdf/rchog/v84n1/0717-7526-rchog-84-01-0007.pdf