Es responsabilidad de cada uno el cuidar de la higiene personal día a día, pero si tienes una vida sexual activa, la responsabilidad aumenta, ya que debes ver tanto por tu bienestar como por el de la otra persona.
Es importante que si tienes una pareja sexual estable tomen la precaución de explorarse médicamente para que sepan si tienen alguna infección o alteración que deban tratarse en pareja y, por supuesto, que esto sea algo de lo que se pueda hablar en pareja.
En este caso la higiene íntima debe ser más minuciosa para evitar la aparición de infecciones que pueden iniciar con molestias, ardor, comezón o mal olor.
Es trascendental que estén pendientes de la zona genital, ya que se encuentran muy cercanos a los orificios de salida de orina y materia fecal, lo que facilita la presencia de hongos y bacterias que pueden causar infecciones que pueden ser transmitidas sexualmente.
Además de esto, la piel de la vulva y del pene tienen pliegues que facilitan la acumulación de orina, semen o diversas secreciones, es por ello que se debe tener un cuidado especial en las zonas genitales.